*Entrevista hecha por Mónica Orozco para diario El Comercio.
¿Cómo evalúa la política de endeudamiento público del Gobierno?
Como agresiva. Lo único que importa es cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno y queda en segundo plano un aspecto que es más relevante: evaluar los costos y plazos de la deuda.
¿En qué se evidencia un agresivo endeudamiento?
En los próximos 8 años se tendrá que pagar el 65% de la deuda externa contraída por este Gobierno. Lo cual es un indicador grave sobre la sostenibilidad de la deuda.
¿A qué plazos debe endeudarse un país?
Deudas a 10, 20 o 40 años siempre serán más beneficiosas y fáciles de pagar que aquellas a cinco o seis años como la que ha contraído recientemente el Gobierno. Pero no solo es cuestión de plazos, sino de condiciones. Este año se han emitido tres veces bonos en el mercado internacional. Ello evidencia que la situación fiscal es crítica.
¿Por qué esto evidencia “lo crítico de la situación fiscal”?
Porque estamos prácticamente viviendo de las deudas: en julio se hace una emisión de USD 1 000 millones en el mercado internacional, en septiembre ya necesitas 1 000 millones más y en diciembre ya requieres de otros 750 millones. Eso quiere decir que la necesidad de liquidez está realmente grave.
¿Por qué cree que el costo del endeudamiento es un problema?
Es más importante evaluar cuánto se está pagando por el endeudamiento. Para ello, la tasa de interés se compara con la tasa libre de riesgo que pagan los bonos de EE.UU. La penúltima colocación de bonos del 30 de septiembre pasado, de USD 1 000 millones a una tasa del 10,75%, es 9,6 puntos por encima de la tasa libre de riesgo de los bonos a cinco años de EE.UU. Esa tasa incluso superó a los bonos emitidos el 2015, que se catalogaron como los más caros de la historia. El Gobierno rompió su propio récord.
¿Cuál es la diferencia en el caso de la última colocación de bonos por USD 750 millones?
Se pagó siete puntos por encima de los bonos a 10 años de los EE.UU. que no es tan alta como la anterior, pero sigue siendo bastante cara. La diferencia entre la tasa de los cuestionados Bonos Global 2012 y la tasa libre de riesgo fue del 6%. Pero el Gobierno siempre dijo que el 2015 y el 2016 eran de fuerte endeudamiento porque eran los años de terminación de los grandes proyectos. En los próximos años, el presidente que gane tendrá que contraer deuda para pagar deuda. Según el modelo que se siga se verá si se controla ese gasto para achicar la deuda o si se continúa con el déficit, con lo cual la deuda aumentará cada vez más.
¿Cuál es el escenario para el próximo año?
Se va a seguir contrayendo más obligaciones. Un ejemplo son las dos últimas preventas que, para ellos, no es deuda, pero que ya está contratada para el 2017. Esto pese a que el ministro de Finanzas (que acaba de salir), Fausto Herrrea, dijo que no se iba a contratar más preventas para entregar las finanzas saneadas al nuevo Gobierno, lo cual están incumpliendo. Las preventas han sido uno de los instrumentos de este Gobierno para financiarse
¿Cómo evalúa ese tipo de mecanismos?
Ellos no consideran a este mecanismo como deuda. Hoy tienen un saldo de unos USD 800 millones en preventas que quedan pendiente de pagar. Si sumamos las dos recientes, el saldo por pagar sube a más de USD 1 500 millones para el próximo Gobierno. Pero un mecanismo válido de los países para realizar obra pública es a través de endeudamiento. El Régimen contrata deuda porque no está dispuesto a realizar un ajuste fiscal. No está dispuesto porque, primero, eso agudizaría la recesión y eso tendría su factura en las próximas elecciones. Y, segundo, impactaría en el empleo y los indicadores sociales que son los que más les preocupan. Son costos que políticamente no están dispuestos a pagar.
¿Eso cuán sostenible es?
No hacer el ajuste fiscal incrementa la gravedad de la situación y el momento en que se tenga que hacer será mucho más doloroso. El actual ministro de Finanzas, Patricio Rivera, dijo el 2017 se requerirá la mitad del financiamiento del 2016.
¿Es ese un escenario real?
Las necesidades de financiamiento de este año cerrarán en cerca de USD 11 000 millones. En el 2017 funcionará un presupuesto prorrogado. Eso quiere decir que la cifra es de USD 11 000 millones para el próximo año. El Gobierno dijo que ya no requerirá el mismo monto de recursos porque ya concluyeron las grandes obras.
¿Eso alivia el problema?
No. Lo que solucionaría es un ajuste por el lado de gasto corriente.
¿Qué opciones hay frente a ese escenario?
Definitivamente el Fondo Monetario Internacional es una de las opciones más baratas de financiamiento incluso si gana el candidato del oficialismo. El otro camino es el que se ha seguido: continuar pagando altas tasas de interés a muy cortos plazos.
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Hoja de Vida Formación. Economista por la Escuela Politécnica del Litoral y cursa una maestría en Economía en la Universidad de Manchester. Experiencia. Analista económico de Inteligencia Estratégica.
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