El dinero electrónico sigue siendo el principal tema de debate nacional. Más allá de sus beneficios o efectividad, el tema de fondo en Ecuador son las dudas sobre cuáles serán las intenciones del Gobierno al querer impulsar, administrar y usar este sistema. Pues si no tiene ningún interés monetario en particular no debería ser tan difícil dejarlo en manos privadas. La falta de confianza en el Banco Central del Ecuador (BCE) y de credibilidad en el Presidente son los obstáculos más fuertes del Gobierno.
En este post solamente resumiré algunos hechos importantes que afectan la confianza en este sistema y algunas recomendaciones sencillas.
Malas señales del oficialismo
Lejos de ayudar a la promoción del dinero electrónico las declaraciones oficiales y de ex funcionarios ahondan o confirman las dudas.
Diego Martínez, gerente del BCE, en entrevista a Diario El Universo reconoció que es una forma de “sobrellevar los problemas de liquidez” que atraviesa la economía.
Mateo Villalba, ex gerente del BCE, también ha dicho que “los crecientes créditos del BCE al Ministerio de Finanzas… mermaron la confianza en el dinero electrónico”.
Fausto Valencia, ex director del sistema de moneda electrónica, dijo a revista Vistazo (N° 1171 – Junio 9, 2016) que querían usarlo para pagar el Bono de Desarrollo Humano y subsidios.
El presidente Correa exigió durante el Enlace N° 479 que todas las empresas públicas usen dinero electrónico.
Malas señales del Banco Central del Ecuador
Actualmente el BCE funciona como un banco comercial y no como de reserva. Su principal defecto es prestar dinero -que no le pertenece- al Gobierno Central. En resumen:
Los créditos del BCE al Ministerio de Finanzas ya superan los $2.600 millones, más que el triple que en octubre de 2015 ($803 millones).
Los Títulos del Banco Central suman $87 millones.
Las Reservas Internacionales solo cubren el 46% de las obligaciones del BCE y tienen un hueco de $4.169 millones. Ese dinero ha ido a las arcas del Gobierno.
Por eso es difícil confiar que el efectivo que entre como respaldo del dinero electrónico va a ser resguardado totalmente. Hoy en día no podemos asegurar ni siquiera que el dinero de las reservas bancarias está completo. Las Reservas Internacionales solo cubren el 84% de ellas.
Es por este tipo de conflictos que internacionalmente el dinero electrónico ha sido más fiable en manos privadas que en las del Gobierno. 90 países de todo el mundo utilizan dinero electrónico pero solo en Ecuador lo opera el Estado. En Colombia el dinero virtual está a cargo del sistema financiero. Allá se exigen capitales mínimos, los saldos en las cuentas están cubiertos por el seguro de depósitos e incluso generan intereses. Y para los emisores simplificados, se exige respaldo 100% y hay límite a transacciones. En Perú, el dinero electrónico lo manejan los bancos y las administradoras de fondos, y el respaldo es en activos líquidos. En ambos países existen leyes específicas que lo regulan. A diferencia de Ecuador, lo más importante está normado bajo resoluciones fácilmente modificables y solo lo general a nivel de ley.
¿Qué se puede hacer?
Solo hay dos caminos: o se excluye al BCE del esquema actual o se lo elimina.
(Esto nos lleva a un debate más profundo: ¿Es realmente necesario el BCE en dolarización?)
Un shock de transparencia y confianza a las cuentas del BCE publicando nuevamente el Balance de cuatro sistemas, devolver a las Reservas Internacionales los más de $2.600 millones prestados al régimen y aumentar otros $1.500 millones para cuadrarla.
Eliminar la posibilidad de que el BCE preste dinero al Gobierno.
Detallar los activos líquidos del BCE.
Dejar de financiar al Gobierno con el dinero de sus depositantes: bancos y gobiernos seccionales.
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